Todo el mundo conoce a Zangief. Es uno de los personajes originales de la saga Street Fighter. Llevamos viéndolo, en videojuegos, desde la mítica segunda entrega de la saga de Capcom, lanzada en el año 1991, pero debemos ser sinceros: ya entonces, era el peor luchador del juego, y lo seguiría siendo durante toda la historia de la franquicia.
Unos lanzaban ondas, otros alargaban los brazos, algunos daban mil golpes en un segundo... pero Zangief era un luchador, solo un luchador, como los de WWE, y no hacía nada mágico. Bueno, no muy mágico, porque aquel Pildriver que hacía volando daba miedo, sentíamos el dolor en nuestras propias carnes al recibirlo. Además, tenía aquel finisher que hacía dando vueltas. Quiźas, el problema con ese personaje era la dificultad de su manejo. 25 años depués, no tengo ni idea de como se hacen esos ataques
En una investigación para otro proyecto, me sorprendió mucho encontrar por ahí a Zangief luchando en el mundo real. ¡Sí! Zangief existe, y efectivamente, es un luchador amateour de origen soviético, campeón de la Copa de la Union Soviética, y campeón de la Copa Mundial, ambas cosas en 1985. El dominio que tuvo en el mundo amateur debío sorprender a los diseñadores de personajes de Capcom, que se lo convirtieron en una gran estrella de los videojuegos. A principios de los 90, tendría también un papel como wrestler profesional, luchando en la New Japan Pro Wrestling.
Aparte de que no era un personaje muy bueno a la hora de jugar, tampoco en la mitología Street Fighter tenía mucho papel. Ni en la oficial de los juegos, creada a posteriori, ni en los distintos mangas, cómics, películas o animes, ha pintado mucho. Pero siempre recordaremos aquellos días en los que entrábamos en un bar, o en un salón recreativo, y presenciábamos su pelea pre-renderizada con Guile, precisamente, el soviético frente al americano.
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