El otro día tuve 7 segundos de descanso y opté por utilizarlos para prácticar un deporte de riesgo: encender el televisor. Me llevé una grata sorpresa al encontrarme, en algún canal de cine de esos raros, "Regreso al Futuro II". Por suerte, no fue en Disney Channel, donde la he visto en alguna ocasión, porque como buen canal yanki, son capaces de censurar los tacos pero no la violencia. Un gordito niño americano puede dar las hostias que quiera, pero debe decir "caramba" o "caracoles" mientras lo hace.
Vuelvo desde los cerros de Úbeda, muy bonitos. El caso es que, al ver la peli, me di cuenta de que ya estamos en 2012, solo quedan tres años para que los coches vuelen; hagan 19 pelis de Tiburón; los móviles se lleven en las gafas; las casas estén llenas de utilísimos sistemas fax; la gente vea 30 canales a la vez; las pizzas se vendan mu pequeñas y se agranden en el microondas; y la fruta se guarde en la lampara.
Dado que tengo la misma edad que la saga y la he visto 987 veces, he desarrollado cierto vínculo emocional con la idea de que todo esto se va a cumplir. Las opciones han ido decreciendo a medida que pasaban los años, pero aún tengo esperanzas.
Dado que tengo la misma edad que la saga y la he visto 987 veces, he desarrollado cierto vínculo emocional con la idea de que todo esto se va a cumplir. Las opciones han ido decreciendo a medida que pasaban los años, pero aún tengo esperanzas.
Coches voladores, esa es la forma de reactivar la economía (incluso yo me compraría uno, y eso que todos los coches me parecen la misma mierda). ¡Hay que darse prisa!
No hay comentarios:
Publicar un comentario